lunes, 26 de octubre de 2009

el cànnabis i el seu quadre adictiu

Fent tot un seguit de blogs, he pogut veure un enllaç sobre un tema que avui en dia és bastant interessant per als adolescents, El CÀNNABIS.
En la última part que he pogut llegir de la Carolina Ramis, puc dir que m’ha sorpresa el seu contingut, ja que ha posat una entrevista a favor d’aquesta substancia. Però, tothom té a mà el coneixement total d’aquesta substància i quins són els seus efectes?
Remenant una mica per la wikipèdia he trobat un article on exposava clarament els efectes del cànnabis, i el quadre adictiu que aquesta substància pot causa en una persona.


Cuadro adictivo

Museo de la marihuana en Amsterdam
Nuevamente existen discrepancias en los análisis acerca del potencial adictivo de esta sustancia. Quienes realizan análisis más sombríos afirman que algunas personas devienen dependientes de la marihuana por razones psicológicas. Los estudios de Nettler y Hyman (2001) demuestran que la periodicidad y cronicidad del consumo de substancias psicotrópicas como las presentes en la marihuana provocan una alteración sobre la neuroplasticidad cerebral, afectando especialmente al circuito de recompensa y reforzamiento cerebral.
Una periodicidad mensual (el sólo fumar un “cigarrillo de marihuana” por mes) alcanza para que se ocasionen alteraciones estables y crónicas, muchas veces esto provoca el aumento de los efectos paradojales ante el suministro de benzodiazepinas. La abstinencia es un cuadro altamente complejo en el cual se encuentran intercorrelacionados síntomas fisiológicos, cognitivos y conductuales constituyendo un registro subjetivo. Este estudio presenta graves deficiencias metodológicas y ha sido ampliamente criticado.
La postura antiprohibicionista afirma que si bien el consumo de marihuana desarrolla tolerancia, es decir, que en posteriores tomas inmediatas es necesario aumentar la dosis para conseguir los mismos efectos, los efectos de la abstinencia son muy leves en comparación con otras drogas, lo que permite revertir esa tolerancia y hacer que el consumo de marihuana sea controlable por el sujeto, siendo su potencial adictivo escaso.[6] Desde esta perspectiva también se afirma que la dependencia física de la marihuana no ha sido demostrada de modo fehaciente, y que al igual que el alcohol, la marihuana puede ser usada de modo intermitente por muchas personas sin que les cause una disfunción aparente social o psicológica, ni tampoco adicción, incluso después de treinta años de consumo diario.

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